El avión despega, abajo va quedando Madrid, cada vez más pequeño y subo de
nuevo empezando otra aventura.
Han pasado muchas cosas desde que en abril de 2011 mi vida dio un giro, un salto con doble pirueta y se abrieron nuevos mundos, posibilidades e ilusiones. Atrás quedaron las reuniones de trabajo, las jornadas interminables con taxistas sorprendidos por las horas a las que vuelves a casa, el stress que me acompañaba desde la ducha y se colaba en los sueños…
Mientras subo y subo voy haciendo inventario de lo que ha ocurrido todos estos meses…
… viajar mochila al hombro por cinco países de Asia
… dos cursos de postgrado en marketing digital (otro lo haré a la vuelta y voilá! ya tendré el master)
… hospitales con mi madre de los que como todo lo que hace salió superándolo
… por fin quitar la L del coche y conducir por la M30 cada vez mas suelta
… clases de inglés, yoga
… un curso de fotografía, otro de cocina
… un gran amor que pasa pero que siempre seguirá en mi corazón
… mas tiempo con mi hermana y mis padres, que son lo mejor de mi vida
… cenas de chicas que cada vez son más frecuentes y mejores, con amigas que son mas que amigas (os quiero)
… reuniones, fiestas, conversaciones, comidas y cenas con amigos, los mejores que se pueda soñar
… escaladas por Marcos subiendo cada vez mas alto para no olvidarle nunca
… visitas al Mediterráneo que me han regalado momentos intensos y tremendamente felices.
He aprendido mucho y he desaprendido más, las pilas están cargadas para seguir el paseo y recordar que cada día es un regalo.
Satisfecha de haber aprovechado cada segundo, ahora me lanzo a una nueva aventura: emprender un pequeño negocio. Metiendo en la coctelera unos cuantos de mis ingredientes favoritos (viajar, comunicación, e-commerce , detalles y cosas bonitas, solidaridad…) surgió la idea de crear una tienda online de complementos de moda, comprados en los lugares y países por los que paseo. Elegir uno a uno y traerlos acompañados de una historia.Por supuesto, seguiré en colaboración con la Fundación Vicente Ferrer y allí irán parte de los ingresos.
Así surgió Dando un Paseo, complementos que te regalan historias.
Un proyecto, mi proyecto, cargado de ilusión, horas de trabajo, dudas, miedos, ideas y que si sale bien, será un éxito y si sale mal también será un éxito.
Y ahora, aquí estoy volando a India, país que se coló en mi corazón, donde las sonrisas y las profundas miradas iluminan cada día, el lugar donde nunca sabes lo que va a pasar y siempre pasan cosas que no te esperas. Un país difícil y cautivador, lleno de contradicciones y valores humanos, de miseria y grandeza, de tradición e innovación. El sitio donde aprendí que estar vivo no es un derecho, es un privilegio.
Qué mejor destino para empezar el capítulo que el lugar donde Everything is possible y la fuerza de la vida se respira a cada paso (eso sí, con el constante olor a curry, especias y otros aromas de los que mejor no dar muchos detalles). Buscar, negociar, generar contenidos para la web, hacer presupuestos, diseñar un plan de comunicación… trabajar aquí, para volver allí y compartir lo vivido.
Comienzo en Delhi, voy a dar una oportunidad a la ciudad de la que siempre he salido huyendo pero donde se que puedo encontrar muchas de las cosas que busco. ¿Y luego? Pues luego ya veremos donde me llevan los pasos, aprendí que aquí no tiene mucho sentido planear las cosas al estilo occidental, un plan cerrado no funciona. Quizás Rajastán, quizás Srinagar, explorar un poco más el Norte, o por qué no mas adelante saltar a Katmandú o volar a Bangkok.
Un capítulo que no se cómo ni donde va a continuar, te invito a compartirlo conmigo